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Algunas alternativas a los préstamos: ¿cómo ahorrar para las grandes compras?
11.08.2024
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A veces parece que un préstamo es la forma más fácil y rápida de conseguir lo que quieres o la cantidad de dinero que necesitas. Sin embargo, tendrás que devolver el préstamo durante varios meses o incluso años, y el sobrepago puede suponer una parte importante del importe del propio préstamo. 

La alternativa a los préstamos es el ahorro.

Además, un colchón de seguridad financiera puede considerarse obligatorio para toda persona. Será muy útil no sólo en caso de grandes gastos espontáneos, sino también aliviar el estrés en situaciones más graves – cuando usted pierde su trabajo, la necesidad de un tratamiento costoso.

Le diremos cómo aprender a gastar y ahorrar dinero correctamente y cómo acumular rápidamente una gran suma de dinero, incluso con un pequeño ingreso.

Principios generales del ahorro

No es una situación infrecuente: una persona tiene un buen trabajo, unos ingresos estables no insignificantes, pero los ahorros están completamente ausentes. Los grandes gastos repentinos o el deseo de complacerse con un nuevo smartphone, un viaje de fin de semana a otra ciudad obligan a solicitar un préstamo.

La idea de perder el trabajo puede llevar a la depresión, porque incluso unos meses antes de un nuevo empleo hay que sobrevivir de alguna manera. Para formar un colchón de seguridad financiera, hay que seguir varios principios. Vamos a enumerarlos brevemente. 

Motivación

Ahorrar dinero por ahorrar suele ser inútil. La falta de un objetivo claro convierte el proceso de ahorro en un deber inútil, y además no permite comprender cuánto dinero hay que ahorrar y en qué plazo.

Márquese objetivos concretos

No importa si se trata de ahorrar para una nueva tostadora, un coche o una casa de verano. Añade detalles: el modelo, la marca y las características del aparato, electrodoméstico o coche deseado. Si quieres ahorrar para un piso o una casa, imagina su tamaño, ubicación y otros detalles, hasta el más mínimo detalle.

Determina la cantidad que necesitas ahorrar y el plazo aproximado en que podrás hacerlo. Pon tus objetivos en una hoja de cálculo, electrónica o escrita a mano, y anota el progreso de tus ahorros.

Reconozca la importancia del ahorro

Si ahorra en función de “lo que queda a final de mes”, es probable que el sueño de ahorrar se quede en un sueño. Trate el ahorro como un gasto obligatorio, como el pago de un préstamo.

Determine una cantidad aceptable o una parte de sus ingresos y resérvela inmediatamente cuando reciba fondos. 

Registrar ingresos y gastos

Registre los ingresos y gastos y guarde los recibos. Puede hacerlo en aplicaciones especiales o confeccionar usted mismo una tabla. Esto es especialmente importante en las primeras etapas del ahorro.

Al cabo de unos meses, podrás analizar qué parte de tus ingresos y en qué gastas, qué gastos puedes reducir y a qué puedes renunciar.

Alternativas al crédito: varias formas de ahorrar

Depósitos y cuentas de ahorro

Productos bancarios que proporcionan al propietario de los fondos ingresos adicionales a través de los intereses. Los intereses de los depósitos suelen ser más altos que los de las cuentas de ahorro, pero existen condiciones obligatorias que pueden dar lugar a un tipo de interés más bajo si no se cumplen.

Lo ideal es una combinación de depósito y cuenta de ahorro.

La hucha

Esta forma de ahorrar es adecuada para quienes consideran aburridos los depósitos convencionales y la distribución del dinero en sobres.

Fíjese un objetivo: la cantidad de dinero que necesita ahorrar, determine el plazo, calcule cuánto dinero necesita ahorrar cada día (o cada semana, una vez al mes) y no se olvide de rellenar la hucha.

Puedes ahorrar dinero en efectivo o en una cuenta bancaria aparte. Una cuenta de ahorro que devengue intereses -un ingreso adicional a tu dinero- es adecuada para este fin. 

Evitar gastos innecesarios o no esenciales

La contabilidad de ingresos y gastos descrita anteriormente ayudará a identificar este tipo de gastos. A veces se trata de gastos pequeños pero cotidianos que suman una gran suma en un mes: café para llevar, viajes en taxi, encargar comida precocinada.

Si le resulta difícil renunciar a ellos por completo, intente llegar a un compromiso: por ejemplo, puede comprar café cada dos días. Al mismo tiempo, puedes renunciar a los malos hábitos: no sólo ahorras dinero, sino que también es bueno para tu salud.