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Cómo evaluar los riesgos antes de tomar decisiones financieras importantes
13.05.2024
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Toda decisión importante va acompañada de riesgos que pueden acarrear pérdidas y reducir la calidad de vida. Para no perder los ahorros y no llegar a una situación desesperada, hay que gestionar los riesgos. En este artículo hablamos de métodos para evaluar los riesgos financieros y damos instrucciones sobre cómo prevenirlos.

Hay muchas situaciones típicas en las que es imposible tomar una decisión sin evaluar el nivel de riesgo financiero. Entre ellas figuran: 

  • compras importantes;
  • cambios importantes en la vida (mudanza, boda, cambio de trabajo, etc.);
  • solicitar préstamos;
  • invertir;
  • seguros;
  • planificación de la jubilación;
  • firmar contratos a largo plazo;
  • obtener una educación;
  • crear una empresa. 

Fundamentos de la gestión de riesgos financieros

La gestión de riesgos es un enfoque sistemático para identificar, medir, controlar y minimizar los riesgos. Su objetivo es garantizar la estabilidad financiera. Cuando se trata de las actividades de las empresas, se utilizan métodos complejos de análisis para gestionar los riesgos financieros: se calculan ratios importantes, se aplican algoritmos ya preparados y se desarrollan estrategias para una gestión eficaz. 

En las finanzas personales, no se requiere tal profundidad de cálculo. Basta con seguir un sistema sencillo: 

  • presentar diferentes escenarios y redactar todos los riesgos posibles;
  • evaluar las consecuencias de cada tipo de riesgo
  • clasificar los riesgos por orden de probabilidad decreciente de que se produzcan;
  • priorizar los riesgos;
  • elaborar un plan para minimizar los riesgos y reaccionar en caso de que se produzcan. 

Cómo evaluar los riesgos financieros asociados a decisiones importantes

Imagine que tiene que contratar una hipoteca a 10 años. Se trata de una decisión importante, que lleva asociados muchos riesgos: insolvencia temporal, pérdida de prestaciones por pagar de más, falta de recursos para otros fines importantes, malestar psicológico, etcétera. Para cada persona estos riesgos tienen distinta importancia según la situación, por lo que sólo usted puede hacer una valoración sobria de cada uno de ellos. Cada riesgo debe evaluarse con arreglo a cinco criterios.

Probabilidad

Al contratar una hipoteca, existe el riesgo de insolvencia por enfermedad o pérdida de la fuente de ingresos. Su probabilidad es alta: según las estadísticas, uno de cada cinco prestatarios incumple el pago del préstamo. 

Si contratas una hipoteca junto con un coprestatario, este riesgo se reduce. Pero hay un segundo riesgo: la pérdida del prestatario (una situación en la que vuestros objetivos divergen). 

Si tienes dos fuentes de ingresos, cada una de las cuales es suficiente para vivir y pagar el préstamo, el riesgo es aún menos probable. 

Horizonte temporal

Defina el horizonte temporal al que afecta el riesgo. Por ejemplo, el riesgo de insolvencia se mantiene durante toda la vida de la hipoteca, mientras que el riesgo de que la casa no esté terminada a tiempo y tengas que pagar de más por el alquiler desaparecerá una vez que te mudes. 

Necesidad 

Algunos riesgos son obligatorios, otros pueden evitarse. Por ejemplo, el riesgo de insolvencia al contratar una hipoteca es un riesgo importante. Aparecerá en cualquier caso, independientemente de tus decisiones. Pero puedes librarte del riesgo de incumplimiento de las condiciones de construcción eligiendo la opción de comprar una vivienda ya construida. 

Implicaciones para otros fines 

Supongamos que quieres comprar una casa ahora, que dentro de un año planeas unas largas vacaciones y que dentro de tres quieres enviar a tus hijos a un colegio público. ¿Interferirán los pagos de la hipoteca con esos planes? ¿Quizá sean más importantes?

Factores personales

Asegúrese de evaluar el riesgo de perder dinero también desde una perspectiva psicológica. ¿Cuáles está dispuesto a soportar y cuáles no deberían producirse bajo ninguna circunstancia? Para algunas personas, una escasez temporal de dinero no es más que una situación, para otras es un motivo de decepción en la vida, y para algunas personas incluso la mera idea de posibles riesgos puede provocar malestar. Por ejemplo, en el caso de las hipotecas, muchas personas no soportan el estrés de tener su casa hipotecada e intentan pagar el préstamo lo antes posible (a menudo en detrimento de otros objetivos).

Cómo gestionar los riesgos financieros: instrucciones paso a paso

Paso 1: Identificar objetivos y compromisos

En primer lugar, debe hacer una lista de todos sus objetivos financieros actuales y previstos. 

  • Pueden tener los siguientes fines
  • Establecer un fondo de contingencia para gastos de emergencia;
  • ahorrar para la jubilación
  • pagar a tiempo préstamos o deudas existentes
  • comprar una casa o un coche
  • pagar la educación de los hijos, etc.

Paso 2: Evaluación de la situación financiera actual

Registrar:

  • todos los ingresos y gastos del mes;
  • ahorros – depósitos, inversiones, activos (propiedad, coche, etc.);
  • deudas, créditos, préstamos;
  • límites disponibles (tarjetas de crédito, descubiertos, etc.);
  • estado del historial crediticio. 

Paso 3: Identificar los riesgos

  • Determine qué riesgos podrían afectar a sus objetivos y compromisos. Podrían ser los siguientes riesgos
  • Pérdida del empleo o disminución de los ingresos;
  • aumento de la inflación y su impacto en los ahorros
  • reducción de la liquidez o pérdida de activos
  • cambios en el valor de su cartera de inversiones; 
  • gastos imprevistos de salud o de emergencia.

Paso 4: Evaluación de riesgos

Utilice la metodología de evaluación de riesgos financieros basada en 5 criterios que sugerimos anteriormente. 

Paso 5: Crear un plan financiero

  • Basándose en su evaluación financiera y de riesgos, cree un plan financiero que incluya:
  • un presupuesto para gestionar tus finanzas cotidianas;
  • un plan de ahorro y amortización para alcanzar tus objetivos;
  • estrategias de gestión de riesgos (por ejemplo, seguros).

Paso 6: Actualizar el plan periódicamente

La situación financiera y los objetivos pueden cambiar con el tiempo. Por eso es importante actualizar periódicamente el plan financiero y revisar la propensión al riesgo.