En un mundo de infinitas posibilidades digitales y acceso instantáneo a cualquier producto, es difícil parar. Podemos comprar cualquier cosa que necesitemos y… que no necesitemos. Pero, ¿merece realmente la pena pagar por la comodidad de las compras en línea?
Vivimos en una época en la que se rastrea cada paso que damos en Internet y se analiza cada compra. Por eso olvidamos el valor de la elección personal y la capacidad de comprar lo que queremos sin caer en los trucos de la publicidad.
En este artículo te contamos cómo ahorrar dinero y seguir sintiéndote cómodo. Pequeños pasos insignificantes provocarán cambios en tu cartera, y también cambiarán tu actitud ante el consumo. Compartimos nuestros secretos – y usted empieza a presupuestar sabiamente.
Cómo aprender a ahorrar: consejos útiles
Estamos seguros de que mucha gente conoce las formas, pero no las aplica en la vida ni siquiera en tiempos de dificultades financieras. Intente planificar sus compras con antelación, haga una lista en función de sus ingresos. Y planificar regularmente el menú de la semana le ayudará a comprar sólo lo necesario, evitando las compras impulsivas. Lea cómo aprender a gastar menos.
- En algunos casos, es mejor ir a la tienda que encargar la entrega. En el segundo caso, a veces la mercancía cuesta más.
- Antes de ir al supermercado, haz una lista, compra lo que necesites. No mires otros escaparates.
- No vaya a comprar con hambre: una persona hambrienta pierde el autocontrol y puede comprar más de lo previsto.
- Usa dinero en efectivo y llévate la cantidad que piensas gastar. Una tarjeta sólo tienta a gastar innecesariamente.
- Utilice tarjetas de descuento de las tiendas en las que compra a menudo. Así ahorrará entre un 5% y un 15% del precio de compra.
- No lo compre todo en las promociones. Se inventan para que la gente pague más. Es mejor llevarse sólo lo que se hubiera llevado sin ellas.
- Acude a las tiendas al final de la jornada laboral o antes del cierre, cuando ofrecen descuentos en productos que deben venderse antes de que termine la jornada comercial.
Utiliza cupones, códigos promocionales, cashbacks, estate atento a los descuentos. Compare los precios por unidad, no por envase. Este enfoque le ayudará a comprender dónde está el precio realmente más bajo. Compre artículos no alimentarios a final de mes y después de las vacaciones, cuando los precios de muchas cosas se reducen.
Cómo aprender a ahorrar: a granel y en temporada
Intenta no comprar alimentos en envases desechables o en film. Ya están medidos y pesados, y puede que no necesites tanta cantidad. El precio del envase siempre está incluido en el precio total. Busca tiendas que vendan los alimentos al peso y lleva tus propias bolsas o recipientes
Los costes serán menores si compras a granel, es económico y respetuoso con el medio ambiente. Por ejemplo, los paquetes de 10 kilos de detergente costarán más que un paquete de 10 kilos. También podrás compartir las compras con amigos o familiares.
No te pierdas las ferias de otoño, así tendrás productos frescos y sabrosos a precios bajos. Este método también se aplica a los artículos no alimentarios.
Ahorrar dinero sin renunciar a nada: no cometa el error de hacer pedidos por internet
Puedes comprar cosas por internet incluso de noche: abres una web, haces un pedido y listo. Lo principal es tener internet. Ninguna tienda online se limita a dos o tres tipos, así que la oferta es amplia. Pero incluso aquí se puede ahorrar dinero.
Asegúrese de estudiar todas las características – a partir de tamaños y terminando con el color, es necesario comparar precios. Lee los comentarios sobre el producto no sólo en la página web de la tienda, sino también en foros y chats. A la entrega, comprueba el esquema de trabajo, estudia el contrato, averigua si hay garantía. A continuación, compre lo necesario.
Elige bien
Privilegia los productos locales que se fabrican en tu zona. No sólo apoyarás la economía local, sino que además pagarás menos al no tener que pagar gastos de transporte.
No cojas nada “por probar” para no tirarlo. Examina la etiqueta para ver la composición y la información del fabricante. No tengas miedo de las marcas de las tiendas: sus productos pueden ser más baratos, pero la calidad sigue siendo alta.
Elige cosas que se puedan reparar en lugar de las que haya que tirar cuando se rompan. A la larga ahorrarás. Si tus gastos superan tu sueldo y necesitas ceñirte a tu presupuesto, sigue nuestros consejos. Márcate un objetivo y cúmplelo, ahorra dinero sin perder calidad.