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Cómo tomar un préstamo y no tener problemas
15.06.2024
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La forma más fiable de no endeudarse es no pedir un préstamo. Pero si realmente no puede arreglárselas sin dinero prestado, es importante elegir un banco y firmar un contrato de préstamo de forma responsable. Te explicamos cómo evitar los errores más comunes que cometen los prestatarios.

No sobreestime su capacidad financiera

Antes de pedir un préstamo, piensa en cuánto necesitas el dinero, si puedes prescindir de él y cómo lo devolverás. Ten en cuenta no sólo tu sueldo, pensión u otros ingresos, sino también circunstancias imprevistas. Un despido, una enfermedad o una crisis pueden empeorar drásticamente tu situación financiera. Es importante que pienses de antemano cómo vas a hacer frente al pago del préstamo en esas circunstancias.

Hay una fórmula sencilla: los pagos mensuales de todos los préstamos no deben superar el 30% de tus ingresos. Oriéntate sobre esta cifra. Mejor aún, elabore un plan financiero para prever con exactitud sus ingresos y gastos.

Si contraes un préstamo importante por un largo periodo de tiempo, como una hipoteca, piensa en el seguro. Puede ayudarte en caso de lesión, enfermedad grave o pérdida del empleo.

No pidas un préstamo al primer banco

La proximidad de una sucursal o una publicidad llamativa no son los mejores criterios para elegir un banco. Estudia las condiciones de los préstamos en varias entidades. Presta atención no sólo al tipo de interés, sino también a otros parámetros: el plazo del préstamo, las multas y penalizaciones por demora, la necesidad de un seguro y su coste. Aclare los requisitos para los prestatarios: por ejemplo, la antigüedad. 

Si vas a depositar dinero a través de oficinas o cajeros automáticos, comprueba si están bien situados. Averigua qué programas de préstamos blandos tiene el banco y si puedes acogerte a ellos. No olvide comprobar la reputación del prestamista. Lee las opiniones de otros clientes para ver si el banco está dispuesto a ayudar a los prestatarios en situaciones financieras difíciles.

No te olvides de tus derechos

Si te encuentras en una situación financiera difícil y no puedes hacer frente al próximo pago, no te escondas, no cambies de número de teléfono, sino habla con los representantes del banco sinceramente.

Puedes pedir al banco que reestructure tu deuda, es decir, que modifique el calendario de pagos. Por ejemplo, reducir el importe de las mensualidades aumentando el plazo del préstamo. Esto no significa que le perdonen la deuda: tendrá que devolver el dinero de todos modos. Pero es probable que el banco le conceda un aplazamiento o recalcule las cuotas.

No firmes un contrato si no entiendes sus términos y condiciones

No tengas pereza de leer todo el texto del acuerdo, te ahorrará tiempo y dinero en el futuro. Estudia detenidamente todas las condiciones de emisión y devolución del préstamo. Preste atención a las comisiones, las penalizaciones por demora en los pagos, las condiciones adicionales – por ejemplo, el seguro. Fíjate en el coste total del préstamo en intereses y en euros.

Si algo no está claro, pregunta a los empleados del banco, exige una explicación, consulta a un abogado. Firma el contrato sólo cuando hayas entendido todas las condiciones.

No retrases el reembolso del préstamo

Respete el calendario de reembolso y no posponga la siguiente cuota hasta el último momento. Es aconsejable reservar entre 5 y 7 días hábiles antes de la fecha de pago para que el dinero pueda abonarse en tu cuenta a tiempo. Puedes poner un recordatorio en tu smartphone o colocar una pegatina brillante en un lugar visible.

Si tienes dinero libre, puedes utilizarlo para saldar tu deuda o al menos parte de ella antes de tiempo: el banco recalculará el plazo o el importe de los pagos. De esta forma puedes ahorrarte los pagos de más. O puedes reservar este dinero: entonces podrás utilizarlo para pagar otro plazo en la fecha prevista si surgen dificultades imprevistas con tus ingresos.

No olvides cerrar tu préstamo

Si has pagado la última cuota y parece que has saldado tu deuda, no suspires aliviado. Consigue un certificado del banco que acredite que el préstamo se ha cerrado.

Al cabo de un par de semanas, comprueba tu historial crediticio. Así sabrás con seguridad que el banco ha transferido los datos correctos a la oficina de crédito y no tendrás dificultades por deudas pendientes cuando decidas pedir un nuevo préstamo o crédito. Puede obtener un historial de crédito dos veces al año de forma gratuita.