Un crédito es un instrumento financiero conveniente. Te da la oportunidad de pagar una compra cara no inmediatamente, sino al cabo de un tiempo, cuando surge la ocasión. Pero muchas personas no pueden parar y piden un préstamo tras otro. A menudo se contraen nuevas deudas para pagar las antiguas. ¿Hasta qué punto son seguras estas tácticas y cómo no caer en un agujero de deudas?
¿Es posible pagar un préstamo con otro préstamo?
Sí, existe esa posibilidad. Especialmente para las personas con un buen historial crediticio y deudas pequeñas. Pero aquí hay que tener mucho cuidado. Si abordamos esta cuestión de forma poco meditada, puedes caer en un agujero de deudas. Mientras que la tarea principal es, por el contrario, el reembolso rápido de todas las deudas.
Antes de pedir un préstamo para saldar la deuda, es necesario estudiar todas las propuestas de los bancos. Debes elaborar un plan claro, analizar tus ingresos y gastos y distribuir tu presupuesto.
La refinanciación como forma de pago de la deuda
Este servicio se ofrece a las personas que desean ahorrar dinero en el reembolso de sus préstamos. La consolidación de préstamos le permite combinar todas sus obligaciones crediticias en una común. La nueva deuda cubre automáticamente la antigua, pero en condiciones diferentes. La mayoría de las veces con tipos de interés más bajos y un plazo de amortización más largo. El producto del nuevo préstamo cubre todas las deudas antiguas. Esto es mucho más sencillo porque ahora el prestatario sólo tiene que acordarse de una fecha para pagar el importe adeudado.
Sin embargo, debe saber que, en algunos casos, la refinanciación puede ser denegada. Los motivos son los siguientes:
- Mal historial crediticio;
- Prestatario que facilita datos incorrectos o comete errores al presentar la solicitud;
- Baja solvencia del cliente;
- Incumplimiento del préstamo con los requisitos de una determinada entidad financiera.
Puede haber otros motivos de denegación. Por ejemplo, requisitos internos de la organización o condiciones contractuales. Puede solicitar el trámite a su propio banco o a un banco tercero.
Otras formas de pagar las deudas
Si la refinanciación no es una opción, puede buscar otras formas de devolver el préstamo, como:
- Préstamo al consumo no dirigido. Se trata de pedir un nuevo préstamo en condiciones diferentes. Por ejemplo, por un importe mayor o con un tipo de interés bajo. El propio prestatario decide a qué destinar el dinero: al reembolso del préstamo o a otros fines. Sin embargo, los bancos pueden negarse, especialmente a los prestatarios con una mayor carga financiera.
- Tarjeta de crédito. Esta opción es adecuada para el reembolso de préstamos tomados por un corto período de tiempo. En este caso, la tarjeta se emite por un período largo. Sin embargo, es importante recordar que esta deuda también deberá devolverse antes de que expire el periodo sin intereses.
Si se ha denegado la refinanciación o el crédito al consumo, se puede acudir a las organizaciones de microfinanciación en busca de ayuda. Los prestatarios que acuden por primera vez a las IMF pueden contar con condiciones favorables. Incluida la percepción del importe sin intereses. Pero en este caso también hay que ser prudente y responsable. La deuda se debe reembolsar a tiempo, sin sanciones ni multas.