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No puedo pagar mi préstamo, ¿qué debo hacer?
13.05.2024
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Pedir un préstamo a un banco para cubrir tus necesidades es una práctica cómoda. Sin embargo, si calcula mal sus posibilidades, es posible que no pueda hacer frente a la carga. El resultado: atrasos, multas, foso de deudas. ¿Qué deben hacer los ciudadanos españoles en este caso? ¿Qué programas ayudarán a salir de la situación con las mínimas pérdidas económicas?

Prolongación

En caso de situaciones de fuerza mayor, los residentes en España pueden solicitar una prórroga. La esencia del método consiste en prorrogar el contrato de crédito. Esto ayudará a evitar los siguientes problemas

  • Deterioro de las relaciones con el acreedor;
  • Cambios en el historial crediticio;
  • Morosidad del préstamo.

La prórroga suele ser un servicio de pago. Esto significa que habrá que pagar cierta comisión por su ejecución. Sin embargo, la ausencia de penalizaciones y multas, que definitivamente se cobrarán como resultado de un retraso, hacen que este servicio sea favorable para el prestatario.

Vacaciones de crédito

En caso de pérdida del empleo o deterioro de la salud, los residentes pueden recurrir a otro método para modificar las condiciones del crédito: las vacaciones crediticias. Se basa en un pago aplazado concedido al cliente del banco durante un periodo de tiempo determinado. El plazo máximo de las vacaciones es de 3 meses por término medio.

Para que el banco apruebe las vacaciones, el cliente debe demostrar que está temporalmente incapacitado para trabajar. Durante el periodo de vacaciones, se siguen devengando intereses. Es decir, el importe final de la deuda que tendrá que pagar el prestatario aumentará. Sin embargo, gracias a las vacaciones se pueden evitar las penalizaciones y el deterioro del historial crediticio.

Reestructuración

La esencia del programa es modificar las condiciones de la deuda actual. El objetivo principal es aliviar la situación y reembolsar la deuda a un ritmo más cómodo. Reestructurar significa ampliar el plazo de amortización o reducir el tipo de interés. El primer caso es conveniente porque los prestatarios podrán pagar una cantidad mensual inferior a la que tenían que pagar antes.

Hay algunos consejos sobre reestructuración que conviene recordar:

  • Es necesario asegurarse de que las condiciones del programa en un banco concreto son realmente beneficiosas y no prometen un aumento constante de los pagos.
  • Es necesario preparar con antelación todos los documentos necesarios para la reestructuración.
  • Es importante demostrar al banco que la reestructuración es la única salida a la situación.

Es importante estar preparado para el hecho de que el banco tiene derecho a rechazar la reestructuración si considera que el cliente no cumple los requisitos.

Refinanciación

La reestructuración se confunde a menudo con otro programa: la refinanciación. Su esencia consiste en emitir un nuevo préstamo para reembolsar el actual. La ventaja del programa son unas condiciones más favorables para el cliente. En la mayoría de los casos, se trata de un tipo de interés más bajo, del 3% como mínimo. Así, es posible reembolsar tanto el importe total como una parte del mismo.

El programa permite combinar todos los préstamos a la vez. Como resultado, el cliente del banco tendrá un solo préstamo, que tendrá que pagar. Esto es conveniente: sólo habrá un día designado para el pago de la deuda.

Lo principal que no debe hacer un prestatario que se ha dado cuenta de que no puede pagar la cantidad requerida es huir de los acreedores. No será posible eludir la responsabilidad. Lo único que conseguirá el prestatario es un aumento del importe de la deuda y sanciones.