La salud es lo más importante para muchas personas. El problema es que las posibilidades de la medicina gratuita son limitadas. Un tratamiento eficaz siempre supone un gasto enorme. No mucha gente tiene ahorros propios en la cantidad necesaria. Si necesita pedir dinero prestado, puede solicitar ayuda a las entidades financieras. Hay dos opciones para conseguir la cantidad que necesitas: un préstamo y un crédito. ¿Cuál es la mejor opción?
¿Por qué un préstamo es la opción preferida?
Puedes pedir un crédito para servicios sanitarios, pero es un proceso más difícil que solicitar un microcrédito. Se trata de la complejidad del procedimiento. Los organismos financieros no cambian las normas de tramitación de un crédito por su finalidad. El prestatario también está sujeto a requisitos estrictos que debe cumplir. A los bancos les interesa devolver el importe de la deuda, ya que las cantidades son elevadas.
El motivo de la denegación puede ser:
- Ingresos inestables;
- Ingresos no oficiales;
- Historial de crédito malo o inexistente;
- Alto nivel de endeudamiento;
- Incumplimiento por parte del prestatario de los requisitos de la organización.
Conseguir un microprestamo es una forma más rápida y sencilla. Las organizaciones de microfinanciación son fieles a los solicitantes. La tramitación de un crédito es un procedimiento largo, mientras que un micropréstamo puede obtenerse en 20-30 minutos. A las personas que solicitan un préstamo por primera vez, las IMF les hacen ofertas favorables. Por ejemplo, la concesión de pequeñas cantidades sin intereses. Esta opción es adecuada para quienes necesitan fondos para tratamientos poco costosos.
¿Cuál es la forma correcta de pedir un préstamo?
Este procedimiento debe abordarse con inteligencia. Existen varias reglas:
- Es necesario calcular el presupuesto. Hay que evaluar la situación financiera con seriedad. El microcrédito debe devolverse a tiempo, para evitar sanciones y multas.
- El préstamo es más adecuado para pagar un tratamiento de corta duración. Si se prevé una intervención quirúrgica con un largo periodo de rehabilitación, es mejor buscar otra fuente de dinero. En caso de pérdida de la capacidad laboral, se puede incurrir en impago y entonces habrá que pagar multas y sanciones.
- Un préstamo es una buena opción para resolver problemas que necesitan una solución rápida. Por ejemplo, para diagnosticar una enfermedad. Si no se realiza a tiempo, pueden surgir problemas, tanto de salud como económicos. Pero hay que acordarse de evaluar el presupuesto.
Los micropréstamos son adecuados para gastos dentales. Se trata de un problema que necesita una solución rápida, pero su eliminación no afectará a la capacidad de trabajo del prestatario. También es posible utilizar el préstamo para comprar medicamentos caros que deben adquirirse lo antes posible.
Formas alternativas de pagar los servicios sanitarios
Existe una alternativa cómoda para pagar un tratamiento a largo plazo: una tarjeta de crédito. Es más fácil obtener una tarjeta de crédito que un crédito bancario. Las tarjetas se emiten por un periodo de tiempo más largo que los préstamos. El prestatario tiene más posibilidades de devolverlo a tiempo. Lo principal es no olvidarse de cerrar la cuenta a la que está vinculada si ya no se necesita la tarjeta. También es posible solicitarla directamente a una institución médica. Algunas clínicas ofrecen a sus clientes el pago a plazos de los servicios médicos. Esto le permitirá pagar tratamientos y diagnósticos en condiciones favorables.